Es uno de los principales centros del románico y del canto gregoriano. Muy recientemente ha comenzado a acoger exposiciones de arte contemporáneo. En sus comienzos el monasterio estaba dedicado a San Sebastián. El conde Fernán González, le restauró y le dotó. A partir del siglo XII, con Santo Domingo (1040-1073) y el abad Fortunio, es cuando comienza su esplendor. El conjunto del edificio que hoy vemos es de estilo neoclásico, levantado por Antonio Machuca con planos de Ventura Rodríguez hacia 1751-1792. Del antiguo templo románico se conserva la nave sur del crucero, actual sacristía y la “Puerta de las Vírgenes” que lo comunicaba con el claustro y que fue realizado hacia 1120. Es su claustro románico el que centra la atención de los visitantes. Se trata de un patio irregular , unas alas tienen 16 arcos y otras 14. Consta de dos pisos de esbeltas arquerías, siendo de mayor calidad el bajo. En los 64 capíteles del claustro bajo y 8 soberbios relieves , que adornan las esquinas, podemos contemplar escenas bíblicas de la vida de Cristo(Ascensión, Pentecostés, Muerte, Resurrección) y elementos de animales y vegetales.