Localidad de Ibeas de Juarros

La villa de Ibeas de Juarros se halla documentada por primera vez el 3 de febrero del año 921; el documento lo dicta don Gonzalo Díaz, hijo del conde Don Diego, fundador de Burgos, el cual dona al Monasterio de Cardeña unos turnos o adras de molienda en los molinos y aguas de Ibeas, que van desde Villalbura hasta el desaparecido Castrillo de la Vega. La aparición de Ibeas sucede en el contexto de la reconquista de España; la instantánea caída de la España visigoda (711) provocó una lenta recuperación que tardó dos siglos en llegar desde Covadonga al alto Duero; en esa andadura nació Castilla (año 800) en el valle de Mena. Tras la fundación de la ciudad pudo recuperarse y repoblarse el alto Arlanzón en dos direcciones; junto al Arlanzón estaba Úzquiza y no lejos Zalduendo y Urrez, y quizá la misma Ibeas de Juarros, cuyo nombre parece significar "corrientes de agua". Ibeas vivió su primer milenio en el ambiente y en la norma castellana; supo además Ibeas mantenerse en el realengo y librarse de los señoríos particulares, incluso los eclesiales. Administrativamente Ibeas fue incluida en el alfoz de Santa Cruz de Juarros; en 1591 aparece en el partido de Juarros y la Mata, y por lo tanto en la merindad de Castrojeriz, donde Ibeas figura con el nombre de Aueas en el Libro famoso de las Behetrías en 1350. En él se dice que Ibeas estaba casi despoblada, pues sólo estaban habitados tres solares. Sólo contribuían al rey con monedas y servicios. En 1843 contaba Ibeas con 136 habitantes; escuela; tres molinos y dos fábricas de papel (de estraza y común). Ya en 1950 habitaban en Ibeas 445 personas.