Localidad de La Nuez de Abajo

Volvermos acruzar el Urbel para llegar a la Nuez de Abajo, que recorta su silueta campestre, presidida por la bien sillada Iglesia de San Vicaente en lo alto del pueblo, sobre los cerros en los que antaño habitó el hombre primitivo. Porque la Nuez quizá sea uno de los pueblos más antiguos de la provincia burgalesa, como demuestran los importantes restos arqueológicon aquí encontrados. En lo alto del cerro, conocido como la Cabaña o Ciudad, numerosos hallazgos nos hablan de una antiquísima población prehistórica, habitada desde la lejana Edad del Hierro. Así lo revalan resto de cerámicas, fíbulas y otros vestigios de un posible castro celtibérico, luego romanizado. Toma la Nuez su nombre de los nogales, abundantes entonces en sus términos, y con este significado primitivo de nogal aparece ya a comienzos del siglo XI entre las propiedades que el conde Sancho García dona a su monasterio de San Salvador de Oña. A finales de este mimo siglo, año 1074, La Nuez es citada en la carta de arras de Rodrigo Díaz de Vivar, junto a numerosas villas y términos que el Cid otorga a doña Jimena en sus esponsales. Siguio perteneciendo la Nuez al monasterio de San Salvador de Oña, en cuyo nombre lo regía, a mitad del siglo XIV, Lope Díaz de Rojas, según consta en el Libro Becerro delas Behetrías. Entre sus caserios destacan algunas nobles casonas de los siglos XVI y XVII, luciendo viejos escudos familiares en sus fachadas. En el llamado barrio de arriba, cerca del camino de la iglesia, se encuentran las Casas Consistoriales, junto a las cuales existió un hospitalejo o albergue de pobres y enfermos. La iglesia parroquial de San Vicente fue construida a principios del siglo XVI, es tardogótica y encierra un bello retablo churrigueresco de José de la Ontillera, maestro essamblador natural de Urbel del Castillo.