Localidad de Hacinas

Es Hacinas un pueblo que arrastra siglos de historia, que conserva tradiciones ancestrales y que está enmarcado en un paraje rocoso que lo protege desde antaño, la peña de Carazo y la Sierra de la Demanda son sus escudos naturales. Son también sus señas de identidad las rocas que rodean el pueblo, los peñones y los peñucos, así como la roca natural o torre-campanario en lo alto del pueblo donde se ubica la figura del Sagrado Corazón. Otro de los atractivos de Hacinas son sus tres árboles fósiles, uno de ellos reconstruído y que se encuentra en la entrada del pueblo. El segundo, situado en la plaza, estuvo durante siglos enterrado en una roca arenisca y según figura en la inscripción, pertenece a la Era Secundaria periodo mesocretáceo, estrato albense, y se estima que tiene una edad aproximada de 120 millones de años. El tercer árbol fósil se encuentra en las inmediaciones de la iglesia y tiene una longitud de cinco metros. Cuenta también Hacinas con los restos de un castillo en lo más alto del pueblo, fortaleza que presumiblemente fue construída a finales del siglo IX y tuvo una gran importancia por su situación estratégica durante las guerras de los reinos de Castilla y Navarra. Los primeros documentos referentes a la villa de Hacinas datan del año 1413 y se encuentran en el archivo parroquial. Estos documentos relatan un conflicto entre Hacinas y Castrillo de la Reina; mientras en el archivo municipal el documento más antiguo data de 1483 y tratan acerca de una sentencia sobre pastos y montes de los lugares de Gete y Hacinas. Hoy día, la villa de Hacinas cuenta con algo más de 200 habitantes y sigue siendo un pueblo cuya fuente de riqueza es la agricultura y la ganadería. Por otro lado, la villa de Hacinas es fiel a sus tradiciones y ha conservado muchas que se siguen celebrando fielmente, como la fiesta de Carnaval, que es la que más expectación causa entre los vecinos de Hacinas y en los muchísimos turistas que se acercan cada año para conocer a las figuras típicas del carnaval. La Tarasca, la Curra y los Comarrajos acuden cada año para animar y dar más de un susto a los vecinos.