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En 1664 conseguía licencia para construir un retablo para su capilla mayor. La ejecución comenzó en 1703 y se terminó en 1705, realizado por el maestro de arquitectura Marcos López. El dorado se inició en 1713, y lo llevó a cabo el dorador Manuel Carpintero y Campo.. Se dedicó a San Martín, cuya imagen sedente ocupa el centro, en hornacina de arco trilobulado y, a los lados, las imágenes de San José y San Antonio de Padua. Y las cruces, con decoración muy renacentista y con bellas representaciones de las diferentes Virtudes y escenas, de hondo simbolismo religioso.