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Su primera construcción data del año 1401 ordenada por el Rey burgalés Enrique III, como palacio para el descanso y la caza. Su hijo Juan II entrego dicho palacio a la Orden de los Cartujos con la intención de convertirlo en Panteón Real. Tras un incendio sufrido en este Palacio, Juan de Colonia apoyado por la Reina Isabel la Católica y sobre todo por Simón de Colonia, inicia en el año 1454 las obras de la actual Cartuja, inaugurando su iglesia en el año 1499. Dicho monumento se encuentra enclavado en las afueras de Burgos, y para llegar a el se debe atravesar el bonito parque natural de Fuentes Blancas, pudiendo continuar camino hasta el Monasterio de San Pedro de Cardeña, lugar este donde reposaron los restos de El Cid Campeador. Situada a unos 3 kilómetros de la ciudad. Construido por Enrique II como lugar de descanso, siguiendo las costumbres de la época del principios del siglo XV. Pero fue Juan II quien termino convirtiéndolo en un monasterio de monjes cartujos, aunque fue su hija, Isabel la Católica, la que dio el impulso a su construcción. Las obras fueron dirigidas por Simón de Colonia en el año 1454 y se culminaron en 1488.Se accede a través de un pórtico de tres arcos. Se entra en la iglesia, a través de una puerta, la cual aparece enmarcada por un arco ojival en cuyo tímpano se exhibe una imagen de la Piedad. De nave alargada y con bóvedas ricamente adornadas, destacando la primorosa crestería de los pequeños arcos, las vidrieras de los ventanales y la extraordinaria obra de Gil de Siloé. Los más destacado del templo es la sillería de los hermanos, de estilo renacentista, ejecutada en madera de nogal por el escultor Simón de Bueras, consta de dos grupos de siete sillas situados a ambos lados de la nave de la iglesia. A continuación del Coro de los Hermanos, se inserta el de los Padres. Obra ejecutada entre los años 1486 y 1489 por Martín Sánchez, consta de 20 asientos a cada lado y aparece cubierta por un dosel trasflorado. Si seguimos recorriendo el interior podemos observar la espléndida puerta ojival que sirve de acceso a la iglesia a los cartujos, aparece una estatua gótica de alabastro representando a la Virgen con el Niño situada al fondo del tímpano. En la Capilla Mayor, destaca el sepulcro de los padres de Isabel la Católica, tallado en alabastro por Gil de Siloé. Son también muy interesantes un tríptico-calvario de grandes dimensiones atribuido a Van der Weyden, el valioso retablo tallado en madera por Siloé, la bella tabla con la Anunciación de Berruguete, el sepulcro del infante Don Alonso, y una pequeña estatua de marfil de la Inmaculada Concepción, la estatua de San Bruno, tallada en madera por Manuel Pereyra, entre otros.