Iniciada por Juan de Escarza, fallecido sin concluirla, fueron concertados en 1582 su hijo Pedro de Escarza en compañía de Pedro de la Torre Bueras, para finalizarla. El interior de la iglesia destaca del resto por su magnitud. Posee la más importante sillería en el coro, con un total de 21 sitiales, con los tableros representando figuras de santos y con decoración de rocallas, formando un conjunto de indudable riqueza, mas de una calidad que no pasa de discreta.