Localidad: 
Se alza en un ángulo de la Plaza de Santa María. Se empezó a construir a principios del siglo XV y las obras fueron costeadas por don Gonzalo López Polanco. De gran sencillez en la fachada, como demuestra el pórtico, nos asombra su interior colmado de gran belleza que caracteriza al gótico burgalés. Destacar el retablo del altar mayor, obra de Francisco de Colonia, a cuyos pies reposan los restos de los fundadores, los sepulcros góticos y el arco renacentista del sepulcro de Fernando Mena y María Sáenz de Oña.