Templo renacentista construido entre los siglos XIII y XVIII. Conserva estelas medievales de la necrópolis del Castillo y una pila bautismal románica. La iglesia está formada por tres naves, la central más alta, un púlpito renacentista de piedra y cuenta con varios retablos dedicados a Santa Ana, San Andrés y el Cristo de la Salud.