Localidad de Las Rebolledas

Antes de seguir adelante, adentrándose por el valle de Santibánñez, no debemos olvidarnos de las Rebolledas. El pueblo queda en la carretera que desde Mansilla de Burgos llega a Quintanaorduño -carretera N-623, de Burgos a Santander- en un llano apenas roto por tres altazanos: el nogalejo, el roble y la Guindalera entre los que corre por sus aguas hacia Mancilla el arroyo de las Rebolledas, buscando el cauce del Urbel. Como todos los pueblos del contorno, las Rebolledas también se formó en la Alta Edad Media, estando poblado en 1142, según aparece en los viejos cartularios del Monasterio de San Salvador de Oña. Tomó su nombre de los rebollos o quejigos que crecen en los alredededores, las reboledas, pluralizándolo al estar la población dividida en dos barrios: el de San Juan Bautista y el de San Martín, cada uno con su iglesia. Eran tiempos de prosperidad, cuando de los telares del pueblo aún salian lienzos, sayales y estameñas. Despoblado el barrio de San Martín y arruinada su iglesia, hoy las Rebolledas agrupa su exiguo caserío en torno a la parroquia de San Juan Bautista. Su retablo principal, neoclásico, construido a comienzos del siglo XIX, está presidido por una imagen de la Virgen con el Niño y otra del Bautista, del siglo XVI. Otros relieves de un anterior retablo de comienzos del siglo XVII. como el Bautismo de Cristo y la Degollación del Bautista, pueden verse en los retablos laterales, también neoclásicos.