Localidad: 
Magnífico contenedor de arte gótico (siglo XIII al XVIII) ampliada en los siglos posteriores y de recuerdos de la peregrinación jacobea. Alfonso X el Sabio dedicó varias cantigas a la virgen que guarda el templo. En la puerta de entrada hay cuatro herraduras clavadas que la leyenda atribuye al caballo de Santiago, el cual dio un salto para anunciar dónde se había aparecido la Virgen. En el altar mayor, brilla el mejor oro de la época de los faustos borbónicos dando resguardo a una bellísima Anunciación de Mengs.